La nave que encontraron en la Luna

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Un kilómetro y medio de largo, y unos 50 metros de ancho con apariencia de flecha. El hecho que se encontrara  caída en el fondo de una profunda grieta, la había ocultado a la vista, hasta que una serie de fotos tomadas por la Apolo17 la descubrió. Luego se envió la Apolo 18, que fracasó en su viaje, y tuvo que regresar a la tierra.

 Al ser de sumo interés, se decidió intentar alcanzarla con la misión Apolo 19, que fue  una misión conjunta entre  los EEUU y Rusia.

Tengamos en cuenta, que hasta el momento, la nave mayor que se había utilizado, era la que llevó a la apolo 11, primera en alunizar. Su cohete, fue el mas grande hasta el momento, llegando a medir alrededor de 105 metros.

Al haber detectado esta nave desconocida de 1.500 metros, era evidente que no era terrestre, cuando finalmente se logró llegar a su lado, los astronautas se apresuraron a abordarla.

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Como les dije anteriormente, penetraron por una gran rajadura que se encontraba cerca de su cola, lentamente avanzaron en dirección a la cabina, caminando por el inmenso corredor, fueron pasando por una serie de estancias con signos de haber sido abandonadas por mucho tiempo.

En el primer depósito que pasaron, se encontraron con 3 ovnis de unos 9 metros de diámetro. todo estaba vacío, sin que se vea a nadie. en otros sectores, también desiertos, encontraron literas y algunos trajes espaciales.

Siguieron avanzando, hasta que llegaron a la desierta cabina de mando.

Aquí fué donde los esperaban 2 sorpresas: una era un pequeño montículo de cenizas, junto con una escafandra con restos en su interior, de lo que parecía una cabeza.

La otra sorpresa, fué, en el lugar del piloto, una mujer totalmente desnuda con una serie de cables pegados a sus sienes y párpados, estaba recostada en una especie de gran cama, justo enfrente de  un gigantesco parabrisas y totalmente rodeada de todo tipo de instrumentos.

La astronauta desnuda, con evidentes rasgos orientales, estaba cómodamente acostada, frente al parabrisas, y con esa serie de cables, que parecían estar adheridos a sus sienes y párpados. lo único que la «vestía» era una gruesa capa de algo parecido a la vaselina cubriendo su cara y cuerpo. Fuera de esa especie de cables pegados a su rostro, no se notaba ninguna otra cosa que pareciera conectarla a la nave.

En toda la cabina se veían gran cantidad de instrumentos y medidores. todo estaba con una serie de cartelitos con leyendas en un idioma desconocido.

Todo el conjunto, se veía como una central de mando, desde la que seguramente se podría manejar la nave.

La rápida inspección que hicieron, les mostró que todo lo observado en el recinto, era eléctrico o mecánico.  nada parecía ser digital o electrónico.

Auscultada la desconocida, sorprendió a los astronautas al ver que sus instrumentos señalaban la presencia de vida  !

Ninguno de los astronautas era médico, así que rápidamente decidieron desconectarle los cables, y llevarla a su nave, para traerla a la tierra.

Las inspecciones que hicieron en la cabina de mando, y en el resto de la nave, les hizo llegar a la conclusión  que se encontraban en un ingenio que tenía  mil o miles de años de antiguedad.

La gran capacidad daba como conjetura que parecía ser una especie de «arca» utilizada para salvar miles de tripulantes, escapando de quién sabe que desastre o amenaza.

La  nave presentaba una gran serie de instrumentos y organización que era desconocida para los astronautas, pero evidentemente llenaba plenamente  las necesidades que requería. 

Rápidamente, decidieron desconectarle los cables que la unían a los controles, y llevar a la desconocida y a la escafandra con restos de una cabeza  hacia el módulo que los llevaría a la tierra.

Con esto finalizaron este viaje que había presentado tantas sorpresas. quedaron un montón de interrogantes, que esperaron  que algún día tuvieran respuestas. la astronauta de rasgos orientales, parecía humana, aunque no podían asegurar que lo fuera. la enorme nave, superaba todo lo que se hubiera construido hasta el momento. los ovnis abandonados en su bodega, tenían una tecnología desconocida para ellos.

Sobre el Autor

Pablo Costas
Soy Pablo Costas periodista de Argentina y editor de charlemos.com